Pere Pugès respon amb contundència l'article publicat al Confidencial "La bancarrota del independentismo(II) Pere Pugès, el hombre de la Caja" que considera està ple de falsetats i incorreccions i demana, per tant, la conseqüent rectificació per part d'aquesta publicació.
A continuació reproduïm la nota que Pere Pugés ha fet arribar al Confidencial demanant que sigui publicada a mode de rectificació:
Sin entrar en las opiniones y valoraciones que se realizan en dicho artículo, porque cada cual ve las cosas a través de su propia mirada y en función de su particular interés, le dirijo este escrito para pedirle que rectifique las principales falsedades que se vierten en él y que detallo a continuación:
Es la primera vez que oigo la expresión de "hombre al que le gusta la caja" y, más allá de infundios y mentiras que pretenden ensuciar mi imagen, en ningún momento mis responsabilidades en las distintas organizaciones en las que he colaborado han tenido ninguna relación con la tesorería ni con ninguna actividad que conllevase la gestión económica.
En cambio, siempre he procurado que cualquier actividad desarrollada per las organizaciones sociales o políticas en las que he participado tuviese su correspondiente presupuesto y, por lo tanto, la previsión de ingresos que permitiese la autofinanciación de la actividad. Mantener la independencia económica es la primera condición para mantener la libertad de criterio.
"El País que volem" es una entidad nacida por acuerdo de la Asamblea General de 2014 de la ANC, con el objetivo de debatir las posibilidades que ofrecería un nuevo estado, la República catalana, para mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos, sean soberanistas o no. Para desarrollar aquel acuerdo se creó una comisión específica en el Comité Permanente de la ANC y, por acuerdo de su Secretariado Nacional –ejecutado por su tesorera-, se la dotó económicamente para cubrir las necesidades de la primera etapa. Se trata de un préstamo que vence a primeros de 2017 y, por lo tanto, se trata de una situación sin ninguna anomalía.
Des de mi salida del Secretariado nacional de la ANC, en mayo de 2015, una de mis actividades ha sido –y es- la de vocal de la asociación "El País que volem", pero sin responsabilidad directa en relación a la tesorería de dicha entidad.
Que yo sepa, la situación financiera actual de la ANC no se corresponde con la que describen en su artículo ni existe fuga de socios. Considero que en su artículo se pretende crear una sensación de zozobra, desconcierto y desgobierno en la ANC que en nada se corresponde a la realidad y, en todo caso, parece responder a una estrategia que busca inocular dudas y desconfianzas entre las organizaciones y ciudadanos que ven en la independencia de Catalunya el único camino para terminar con una sociedad cada vez más injusta y con mayores desigualdades.
Han pasado casi cuatro años de la Asamblea General que usted denomina como congreso y la auditoria del año siguiente demuestra que nadie se llevó "billetes por la puerta de atrás" …ni por ninguna otra. Veo que prefiere recordar alguno de los bulos que circularon por determinados ambientes contrarios al proceso independentista o, porque ocultarlo, entre reductos independentistas proclives a la autodestrucción, y obviar las noticias posteriores, bien documentadas, que los desmintieron.
Aunque sea un tema tangencial al eje principal de su artículo, permítame decirle que los cuatro primeros promotores de la ANC nunca pensamos en Muriel Casals para comandarla, como dice usted, como tampoco pensamos en Carme Forcadell en ningún momento, entre otras cosas porque nuestra intención era la de estructurar una organización social con una amplia base y un funcionamiento asambleario y democrático, alejado del presidencialismo y el dirigismo. Nos quedamos a medias y por ello somos algo más vulnerables, pero con su artículo veo que seguimos en su punto de mira y nos deben seguir percibiendo como uno de los enemigos a batir.
Le escribo a petición de diversos amigos que ayer me pidieron que reaccionara y no callase, por aquello de quien calla otorga. Lo hago con el convencimiento que de nada va a servir mi petición o, en el peor de los casos, quizás sirva para seguir dar vidilla a su estrategia de siempre.
Me resistía a hacerlo, pero aquí lo tienen. Siempre me queda la esperanza que el rigor y la valentía que mantienen en otros asuntos los apliquen al "caso catalán", en la versión actual.
Por si les parece conveniente, me pongo a su disposición para mantener una conversación educada y rigurosa sobre los temas que apuntan o sobre aquello que les parezca de su interés.
Atentamente,
Pere Pugès i Dorca
